1. Protocolos de salud vigentes.

La pandemia que vivimos en 2019 con la llegada de Covid-19 vino a transformar nuestras vidas y la forma en la que convivimos y nuestros templos no fueron la excepción. Al inicio se establecieron protocolos muy estrictos de salud, sin embargo cada Parroquia tenía la facultad de modificarlos dependiendo de la necesidad de cada comunidad, en este momento la mayoría de los templos tienen protocolos mas relajados, pero les sugerimos preguntar antes de apartar cuales son los protocolos vigentes y de esta manera no llevarse ninguna sorpresa el día de la boda.

2. Permisibilidad para la participación de familiares y amigos en la celebración.

Mas adelante, en esta misma guía en el apartado de “Anexos y formatos” encontraran el formato: (Servicios en celebración) en el cual se incluyen todos los momentos en los que pudieran participar familiares y/o amigos. Habrá que imprimirla y preguntar en la oficina parroquial o con la encargada de las celebraciones de bodas que momentos son los que tienen permitidos para los familiares.

Normalmente, con lo que se puede tener un poco de inconveniente es con los lectores, ya que hay algunas parroquias que no permiten que personas externas al equipo de lectores de la comunidad pasen a proclamar la palabra.

3. Horarios disponibles.

Al momento de decidir que horario elegir para su boda, procuren una hora en la que no sea horario habitual de misa ordinaria. Recuerda que, en un horario de misa habitual, asistirá a la ceremonia gente que normalmente acude a ese horario para cumplir con el precepto que no necesariamente estará invitada a la boda; además, muy probablemente no podrán elegir lecturas propias de una misa de boda y los momentos de participación de familiares estarán mas restringidos.

4. Reglamento general para el uso del Templo.

Este punto es importante ya que hay parejas que desde que deciden casarse ya tienen una idea muy específica de cómo quieren que sucedan las cosas en su boda y hasta quienes las hagan, por lo que antes de apartar tu fecha verifica que todo aquello que esta en tu lista de “no puede faltar en mi boda” no contradiga las reglas o los protocolos del templo que están eligiendo. Algunas preguntas importantes pudieran ser:

¿Qué partes puedo decorar con flor? ¿pueden entrar pajecitos con letreros en el cortejo? ¿se permite colocar alfombra de pasillo? ¿permiten toque mariachi durante la misa? ¿trompeta? ¿saxofón? ¿nos pueden recibir con arroz, bengalas, burbujas, etc al salir del templo? ¿pueden participar familiares durante la celebración?

De vez en cuando, se puede notar la molestia de algunas parejas al enterarse de los reglamentos establecidos para las celebraciones en el templo que han elegido y reaccionan con esta típica frase:

– si estoy pagando por realizar mi boda ahí, ¿porque no puedo hacer lo que yo quiera?

Recordemos que la cuota que se les pide para agendar su boda se pide para para cubrir los gastos corrientes del mantenimiento del templo como lo es luz, limpieza, sacristán, secretarias y auxiliares de oficina, entre otros gastos; y no tiene nada que ver con el Sacramento en sí. Ahora bien, si lo queremos comparar con cualquier otro espacio público en el cual pagamos una cuota para su uso como un salón de eventos, restaurant, etc al igual que en la Iglesia también nos darán un reglamento especifico que tendremos que seguir y cumplir para poder realizar nuestro evento, aunque estemos pagando por ello.